¡HOLA!

UN BLOG SE NUTRE DE VISITAS, COMENTARIOS Y VOTACIONES. ANÍMATE Y DEJA HUELLA EN ÉSTE.
¡AH! Y COMPÁRTELO EN LAS REDES SOCIALES, SI TE GUSTA. GRACIAS

sábado, 14 de junio de 2014

BUSCAR. QUERER. SEGUIR.













Si decir de mí algo debiera
en cualquier encrucijada,
(como todas, extranjera)
tendría que mirar muy lento
algunas fotos, leer
algunos versos,
beber agua bendita
para borrar la sed de olvido
y, al fin, como guardián del velo
...atesorar mi silencio.

¿O bien diría penas?
como ésta que me pesa
más de lo que yo quisiera.

¿O quizá, algunos sueños?
de los que está hecho
el futuro que me queda.

¿Cómo saberlo?

¿Cómo elegir con acierto
el verbo
y su tiempo?

¿Si hablar de sangres y labios
o hacerlo de alientos?
¿De ahogadas rimas o
de encendidos versos?

Hay tanto escrito, en mis cuadernos
y entre ellos escondido.
En mi rostro y en cómo me miran
aquellos que he conocido.

Locuras de amor y miedo, 
vivencias
pensamientos...
escasez y exceso.

Nada, quizá;
o un algo que nunca es todo.

Para decir de mí,
si he de decir de mí,
como me exige el momento,
dejo apartado el compendio,
me son ajenos los tiempos:
buscar,
querer,
seguir.


                      R.  (llegará el partir, llegará. Pero ya le perdoné)















MAÑANA DE PESCA (Constance de Nelson)






Poema seleccionado por Ediciones de la MediaNoche para "CINCOPALABRAS"



Extraño es el aire que empuja al velero
entre sobresaltos de espumas.


"¡Un viento ariente!" exclama el pescador.
El horizonte desaparece y reaparece.


Ámbar es el tentáculo en la tenue luz del sol
y crudas las manos que enrollan el sedal.


(En el mar transparente no quedó huella,
y no hubo tiempo para confesar lo ocurrido.)

                                                                                         -CdN-



domingo, 1 de junio de 2014

EN LOS OJOS DE LOS PÁJAROS




Toda la luz está fuera esta mañana de Junio
regando las amapolas, a miles.
El calor que anuncia el fin de primavera
para mí es ausencia,
no entiendo lo que me dice
ni puedo leer en sus labios
(del celeste más firme)
las letras enguantadas
que vinieron para irse.

Quisiera contemplar cómo sangra la tierra,
en pétalos infinitos,
¡en oleadas!
(Sangre de primavera que brota entre hierbas)

Contemplar no es vivir, pero me calma.

Como tú
sin avisar, sutil, fugaz,
besa y pasa el viento
y deja su estela de caricias
más que sentidas, adivinadas.

Es el viento que ignora su destino
lo que más a mi estado se asemeja.
Vuelo bañado en luz pero sin verte
preñada de letras mi alma, inquieta,
sin saber si decir o  si callar el final
del verso aquel que por ti empieza.
Tantos inicios tienes, mi vida,
mas ninguno ahora me contenta.

¿Cómo romper cadenas que son de nada
que no pesan,
que no suenan,
que no dañan?
Cadenas de luz ciñen mis pestañas
veo un azar huérfano de sorpresas
que no te contiene
y que tú no recuerdas.
Se ve el adiós en los ojos de los pájaros
que leen tu nombre escrito en mi mesa.
                                                                 R.